¿Cómo hacer frente a nuestra primera visita de archivo como investigadores?

Entrada realizada por Miriam Rodríguez Contreras.

En el post de hoy hemos pensado hablar sobre cómo enfrentarse a la primera visita a un archivo como investigador y, seguidamente, de qué hacer  ante un documento deteriorado.

En primer lugar, la entrada a cualquier Archivo es gratuita. Cuando quieres acceder a cualquiera de los archivos, siempre debes llevar el Documento de Identidad porque en la entrada de cualquier Archivo Estatal te lo pedirán para darte de alta y tenerte registrado para futuras visitas. También es aconsejable tener alguna información sobre los datos que vas a consultar en dicho archivo.

Aunque en todos los archivos permiten ordenadores, siempre es conveniente llevar una cuartilla y un lápiz para anotar cualquier dato que nos resulte interesante.
Interior del Archivo General de Simancas. Fuente: El Mundo.
Una vez que te registran, en los Archivos Estatales tendrás un expediente de investigador único, con el que se quedarán registradas todas las consultas de documentos o de reprografía, entre otros, que vayas a realizar, por lo que debes llevarlo siempre contigo.

Cualquier objeto que no sean los citados anteriormente no los suelen permitir dentro de la sala de consulta. Actualmente no te suelen poner ningún problema para llevar teléfonos móviles, pero es conveniente silenciarlos. Nada más entrar a dicha sala, el personal de la sala te pedirá que muestres los objetos que llevas en mano y te asignará una mesa para poder trabajar.

Dentro de la sala de consulta, hay un jefe de sala, que se encargará de ayudarte en cualquier problema que tengas, tanto al pedir un documento como obtener información sobre las búsquedas que quieres realizar. Normalmente, lo primero que te suelen proporcionar es, si hay, un catálogo dónde puede encontrarse la información que necesitas. Ya en el caso de que no aparezca lo que necesitas, debes preguntar por el fichero y realizar allí la misma búsqueda de documentación.

Si realizas la reserva de varias consultas, debes tener en cuenta que no puedes efectuar la consulta de varios documentos a la vez y no puedes intercambiar con otro usuario el documento que estás examinando.

Examinando la documentación que pedimos, podemos encontrarnos con algunos legajos que están en peor conservación que otros. Ante esta situación, en primer lugar debes avisar al jefe de la sala para que lo retiren y puedan restaurarlo para su posterior utilización. En el caso de que sea imprescindible utilizarlo, se tiene que pedir una autorización a la Dirección del Archivo, según el artículo 62 Ley 16/1985, de 25 de junio, de Patrimonio Histórico Español.
Archivo Diocesano. Fuente: La Voz de Galicia.
No obstante, no hay que desesperarse en la primera visita al Archivo. Como en casi todas las cosas de la vida, se va aprendiendo poco a poco y luego es como “montar en bicicleta” que no se olvida, porque siempre se tienen que realizar los mismos pasos. A lo que sí debemos enfrentarnos, es a la “búsqueda de nuestro tesoro”, ver a través de los diversos catálogos y legajos si encontramos realmente la información que buscamos o tenemos que indagar cual Sherlock Holmes para encontrar lo que necesitamos.
Fuente: Las cosas del Chago.
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