Series de televisión e Historia 4. Carlos V y el "Magnífico" se suman a la "moda" de la ficción histórica.


Bernard van Orley (1519): Retrato de Carlos 
en vísperas de su elección como Emperador 
(WikiWand)
Hace justo una semana se estrenaba la nueva y ambiciosa ficción histórica de TVE, "Carlos, Rey Emperador". Por lo que ya sabemos, contará con una única pero bien nutrida temporada (en torno a los 17 episodios y la aparición de más de 100 personajes históricos) que recorrerá la vida de Carlos de Gante en su dimensión personal e imperial. Así mismo, y al igual que su predecesora "Isabel", la serie lleva aparejado un interesante proyecto transmedia, con página web y contenidos extra de carácter interactivo.
Mientras por el blog vamos viendo cómo evoluciona en cuanto a calidad audiovisual y, por supuesto, enfoque y rigor histórico, se me ha ocurrido estrenarme con una pequeña reflexión personal sobre esta "moda" de las series históricas protagonizadas por "excepcionales" personajes de la realeza. Sobre el fenómeno de las series históricas en general tenéis una breve serie de entradas cortesía de Roberto y Juan que podéis consultar aquí (I, II y III).
Y bien, ¿por qué creéis que interesan tanto este tipo de producciones en pleno siglo XXI? ¿Por qué esa fascinación por las Cortes de oropel y las (mal llamadas) intrigas palaciegas?  

El actor alemán Torben Liebrecht como Carlos V
en la película "Lutero", 2003 (Hollywood Jesus)
Para empezar, resulta inevitable mirar hacia Reino Unido y su influyente BBC por aquella, llamémosle "especial", actitud reverencial a lo monárquico de la que todavía hacen gala. Allí la tendencia es incombustible, últimamente renovada gracias a la fórmula mágica que por esos lares normalmente nunca falla: televisar textos del inmortal Shakespeare protagonizados por los más prometedores actores británicos del momento.

Notable resultado de ello fue la mini-serie The Hollow Crown (2012) que comprende Ricardo II (Ben Whishaw), las dos partes de Enrique IV (Jeremy Irons) y Enrique V (Tom Hiddleston). El éxito de esta nueva Henriada impulsó una próxima continuación de la serie, esta vez con el conocido Benedict Cumberbatch como Ricardo III.

Imagen promocional de la mini-serie británica "The Hollow Crown" (Doblaje Wiki)
Sí, esta también tiene para dar y tomar (FilmAffinity)
Lo que parece evidente es que, más allá de que puedan o no gustar estrictamente como producto televisivo, de un modo u otro temática y enfoque acaban guardando gran relación con la identidad y el momento político concreto de un país, y en España ahí llevamos un camino ciertamente irregular con producciones de la talla de Isabel (2012-14) y otras que por motivos obvios más valdría encerrar en un arcón bajo siete llaves como Hispania (2010) o Toledo (2012).

El caso de Isabel no deja de ser paradigmático, pues aún siendo una gran serie en muchos aspectos (y de un enorme salto cualitativo en comparación con las dos anteriores), pretende recrear una época imperial y gloriosa en un momento en que el país intenta recuperarse de la peor crisis económica de las últimas décadas. Como bien dijo Juan, más que la Historia en sí, "Las series históricas reflejan cómo la sociedad percibe su pasado y cómo quiere relatárselo." En Jot Down Magazine abrieron ayer mismo una lista-encuesta bajo el título: "¿Qué personaje histórico español merecería una serie de televisión?"

Isabel y Fernando, o la "unión de España" (RTVE)
¿Y qué ocurre en el lado opuesto del Mediterráneo? Vamos a dedicarle unas líneas a un personaje que no sabemos si saldrá en "Carlos, Rey Emperador", pero que desde 2011 tiene una ficción por derecho propio en Turquía: hablamos, por supuesto, del contemporáneo y principal "antagonista" del de Gante: Suleimán el Magnífico. Recordemos que sus reinados no sólo se superponen (ca. 1520-1560s), sino que ambas figuras dan comienzo a más de un siglo de hegemonía para sus respectivas potencias (ss. XVI-XVII).

Muhtesem Yuzyil/The Magnificent Century/El Sultán (CryBytes)
La ficción histórica de Suleimán a la que nos referimos es en realidad una especie de telenovela (o soap-opera) titulada Muhtesem Yuzyil o The Magnificent Century (2011-14). Según la prensa occidental, esta serie ha devuelto la fascinación a la audiencia turca por el pasado de los Sultanes Otomanos, un periodo que desde tiempos de Atatürk no ha gozado de mucha popularidad (a causa, recordemos, del laicismo aparejado al "nacionalismo secular" propugnado por éste durante los años 20 del siglo pasado).

Pero lo cierto es que el interés por la época de los sultanes o la vuelta a ese pasado glorioso (y por supuesto, idealizado) en Turquía es una tendencia cultural (ottomania) que lleva en auge sobre unos diez o quince años y que el triunfo de esta serie no ha hecho sino rematar. Hablamos de un país donde la figura de Suleimán ha sido "rescatada", pero a la vez transformada en icono por el islamismo político conservador; y de hecho, esta serie parece, en principio, un producto más de esta tendencia auspiciada "desde arriba".

El protagonista histórico y el de ficción,
encarnado por Halit Ergenc (BioBioChile)
Pero The Magnificent Century, rodada en el Palacio de Topkapi en Estambul (que por cierto ha visto multiplicadas sus visitas por parte de la población local), no dejó contento a todo el mundo.  

Hasta el primer ministro Erdogán se permitió criticar la serie por mostrar un retrato "impropio" del Magnífico, posiblemente refiriéndose al erotismo que desprende la serie (inserta sin duda en esa estética "tudoresca" de las cortes, el lujo y el sexo); pero sobre todo, por la vida privada distendida del sultán, donde en ocasiones se le muestra bebiendo alcohol u ocupando buena parte del tiempo en su afición a fabricar alhajas para sus concubinas. Lo interesante es que a pesar de haber habido más que presiones políticas para eliminar la serie de parrilla, sin éxito, The Magnificent Century ha arrasado literalmente en audiencia durante sus cuatro temporadas.

"El baño turco" (Ingres, 1862): ejemplo de imagen orientalista y romántica del Harem (ElArte Por El Arte)
Hurrem//Roxelana, interpretada por la actriz turco-alemana 
Meryem Uzerli (BioBioChile)
Y es que la serie, que comenzó centrándose en la persona de Suleimán y su reinado, hacia la segunda temporada opta por ceder el protagonismo a las mujeres esclavas cristianas del Harem de la Sublime Puerta. 

No en vano, el Harem era el lugar donde en buena parte se forjaba la política en el Imperio Otomano, y que en el caso del gobierno del Magnífico ha sido llamado "el sultanato de las mujeres". Una en concreto, el personaje de Hurrem o Roxelana (Meryem Uzerli) lleva el peso argumental durante el periodo de más de 25 años que comprende la teleserie.

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